Bienvenida/o a mi blog, espero que te guste el tema que he elegido y que te sirva para reflexionar, esto es la continuación del relato del caso de Saúl. Espero que te guste :)
- Los mitos sobre la ideación suicida:
Mito 1: Únicamente las personas con problemas graves se suicidan, por lo que solo los adultos lo hacen.
Realidad 1: El suicidio es multicausal. Muchos de los problemas pequeños que para los adultos pueden parecer "normales", para un niño puede ser abrumante y un adolescente puede vivirlo como algo perjudicial. Todo ello, unido a ciertos rasgos impulsivos, pueden llevar al suicidio.
Mito 2: Preguntarle a una persona si está pensando en suicidarse, puede incitarle a hacerlo.
Realidad 2: Está demostrado que preguntar o hablar con una persona sobre pensamientos suicidas, disminuye el riesgo de suicidarse, ya que permite aliviar la tensión existente que hay sobre el tema.
Mito 3: La persona que se quiere suicidar no lo dice.
Realidad 3: Se tratan de señales de riesgo, las cuales serían interesante detectar para prevenir. Ante cualquier amenaza de autolesión debe tomarse en serio.
Imagen: Creative Commons
- Factores de riego y de protección:
-Cuantos más factores de riesgo hayan en una persona, mayor será la probabilidad de que la persona presente una conducta suicida.
Por otro lado, que no se den estos factores de riesgo, no significa que la persona no pueda llevar a cabo un intento de suicidio.
Existen factores de riesgo personales.
Ejemplo: pensamientos suicidas como única salida al sufrimiento; presencia de alguna psicopatología; conductas antisociales; autolesiones físicas; alto nivel de impulsividad; víctima de maltrato físico, psicológico o sexual; problemas de comunicación; abuso de sustancias psicoactivas...
Factores de riesgo familiar.
Ejemplo: antecedentes familiares de suicidio; familia con altos niveles de exigencia y perfeccionismo; peleas frecuentes o violencia dentro del entorno familiar; abusos de alcohol o drogas en la familia...
Factores de riesgo social.
Ejemplo: aislamiento social; presencia de acontecimientos vitales negativos; rechazo o marginación; ausencia de una red social de apoyo...
-Asimismo cuantos más factores de protección existan, menor será la probabilidad de que la persona realice una conducta suicida.
Factores de protección:
Habilidades de comunicación; buenas relaciones interpersonales; sentirse querido; alta autoestima; habilidades en resolución de problemas; actitudes y valores positivos...
Imagen: Creative Commons
- El papel del educador social en estos casos:
Nuestro papel como futuros educadores sociales sería principalmente la prevención. Donde identificamos los factores de riesgo y protección del suicidio, trabajando junto a otros profesionales con la intención de identificar las situaciones y factores que puedan aumentar el riego.
Así como sensibilizar sobre la importancia de la salud mental, fortaleciendo si fuera necesario, los factores de protección que ayudan a prevenir el suicidio.
Imagen: Creative Commons
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